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Propiedades de la miel
La miel es un producto natural, es un fluido dulce y viscoso producido por las abejas a partir del néctar de las flores. La miel es producto muy apreciado por su naturaleza energizante, antiséptica y cicatrizante y es el mejor endulzante energético natural que hay.
Las personas que padecen diabetes han de tener en cuenta con la miel ya que la glucosa es un componente mayoritario, pero también la deben tener en cuenta personas con ciertas alergias al polen y a otros productos derivados de la miel.
El sabor de la miel depende de donde proviene del néctar, si recoge el néctar en zonas de monte bajo se obtendrá una miel con referencias a sabor romero, jara, brezo, si su néctar es de árboles frutales nos recordará a los almendros, manzanos, naranjos, cerezos etc. El sabor miel y la densidad y el color, se encuentra relacionada con el néctar obtenido de las distintas flores, aunque varia dependiendo del grado de humedad, temperatura y madurez de la miel.
La miel se usa principalmente en hacer postres, pasteles y en la cocina, como acompañamiento del pan o las tostadas en desayunos y meriendas y como aditivo de diversas bebidas tales como el té, leche, etc. Es muy rica en azúcares como la fructosa, la miel virgen contiene enzimas que ayudan a su digestión, así como diversas vitaminas y antioxidantes que son muy buenos para el organismo. Por esto suele recomendarse el consumo de la miel a temperaturas inferiores a los 60°C, pues a mayor temperatura empieza a perder propiedades beneficiosas para la salud.
La miel tiene muchas propiedades nutricionales y terapéuticas.
La miel es un alimento muy energético, ya que su composición es básicamente azúcar principalmente fructosa y glucosa. Su valor calórico es de unas 300 calorías por cada 100 g. ademas contiene también hidratos de carbono, es rica en vitaminas como la A, C, D, B1, B2, B3, B5 y B6; y en minerales y oligoelementos como el cobre, magnesio, hierro, fósforo, potasio, azufre, calcio, manganeso, sodio y yodo, entre muchos otros, tienen enzimas, aminoácidos, ácidos orgánicos, sustancias aromáticas, y sabores con propiedades beneficiosas para el organismo.
La miel puede reducir la presión del corazón y también tiene un efecto calmante en los vasos sanguíneos, lo que puede ser útil para reducir la hipertensión, de la presión arterial alta.
La miel también ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre, aunque no hay que abusar de ella.
La miel estimula el sistema inmunológico de nuestro organismo gracias a que contiene propiedades antifúngicas y antibacterianas.
La miel nos puede ayudar a adelgazar ya que este ingrediente tiene una absorción lenta, es decir, se quema mucho más fácil que otros productos dulces ya que sus calorías se usan como energía.
La miel sirve para luchar contra el insomnio, y todo es porque la miel contiene propiedades calmantes que ayudan a relajar nuestro cuerpo, reducir los niveles de ansiedad y el estrés metabólico.
La miel nos ayuda a mejorar la digestión ya que se trata de un alimento prebiótico rico en oligosacáridos, son componentes que aumentan la flora bacteriana de forma natural consiguiendo, así, que las digestiones sean mucho más fáciles y nos protege de ataques de agentes externos como virus estomacales o infecciones gastrointestinales.
La miel también es un buen remedio natural para el estreñimiento ya que es rica en fructooligosacáridos.
La miel mejora el funcionamiento del cerebro ya que es un producto que ayuda a absorber y fijar el calcio, que es un mineral imprescindible para que las neuronas cerebrales funcionen correctamente.
Los beneficios de la miel para la piel son muchos y muy variados, lo que más destaca de este ingrediente es su capacidad para hidratar las capas más profundas de la piel, es por esto, que se trata de un remedio perfecto para pieles secas o dañadas.
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