Como hacer nuestros elixires caseros

De elixires orales, en el mercado hay de muchos colores, y sirven para refrescar la boca temporalmente, pero no eliminan la placa ni evitan las enfermedades de las encías, menos uno que más adelante contare y recomiendan los dentista pero oscurece los dientes.

Los que contienen flúor son los que protegen los dientes del desgaste.

Los elixires por general se utilizan para combatir el mal aliento, sin embargo el mal aliento crónico puede ser síntoma de alteraciones dentales, enfermedades de las encías o otros problemas no relacionados directamente de la boca si no del estomago.

El abuso de los elixires bucales puede enmascarar un problema que ese producto es incapaz de curar, en este caso es mejor consultar al dentista de nuestro problema del mal aliento.

Y un empleo exagerado de esos elixires puede irritar el revestimiento de interior de la boca.

Pues podemos hacer nuestros elixires caseros con solo tres ingredientes que tenemos en casa casi todos.

El agua, la sal y el agua oxigenada

Primer elixir casero que funciona muy bien es la sal
Cogemos medio vaso de agua tibia y le ponemos sal, con ese liquido podemos hacer enjuagues para reducir las bacterias de la boca, y alivian las encías inflamadas o irritadas.

Segundo elixir casero que funciona muy bien es el agua oxigenada
Cogemos un vaso de agua tibia y ponemos agua oxigenada mitad por mitad, o sea 50% de agua y el otro 50% de agua oxigenada, con esa agua podemos hacer enjuagues para reducir las bacterias de la boca, y alivian las encías inflamadas o irritadas. También sirve para hacer gárgaras para desinflamar la garganta en caso que nos duela aunque la dosis de agua oxigenada con agua tibia tiene que ser menor.

Son dos ingredientes que solemos tener en casa y económicos.

Pero también podéis comprar en la farmacia si tenéis gingivitis o la encías inflamadas, clorhexidina dental, es muy eficaz lo único es que oscurece los dientes, con lo cual podéis alternar y enjuagaros la boca luego de cepillaros los dientes y pasar el hilo dental, con los dos elixires caseros que son muy baratos, y la clorhexidina, que igual algún día os ha recetado el dentista.

La Clorhexidina dental es un antiséptico bucal, coadyuvante al tratamiento periodontal.

Ya sabéis no abuséis de los elixires, y no te los tragues.

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