Oración de la Virgen del Carmen
Te pido, Virgen del Carmen
tu sagrada protección,
para explicar tu milagro
que ha causado admiración.
Que obraste en la isla de Cuba
con un devoto soldado,
de nuestra Virgen del Carmen
llevaba el escapulario.
£1 regimiento se hallaba
sin agua y con grande sed,
y á unos soldados mandaron
por agua para beber.
Cuando llegaron al sitio
que iban á tomar el agua
los malvados insurrectos
hicieron una descarga.
Principian el combate
los españoles soldados.
unos cayeron heridos
y otros muertos se quedaron.
Y los otros prisioneros
en poder de ellos se quedaron,
el cabecilla mandó
que fuesen fusilados.
Virgen del Carmen sagrada
dadnos vuestra protección,
este devoto soldado
te llama en esta aflicción.
Estas palabras hablaba
con una voz dolorida:
adiós mi Virgen del Carmen,
adiós Burriana mía.
Ya no te volveré á ver
que mi vida va á acabar,
me han cogido prisionero
y me van á fusilar.
Adiós, parientes y amigos,
adiós, madre tan querida,
hoy fallece vuestro hijo
á quien tu tanto querías.
Al decir estas palabras
¡ alto el fuego ! se oyó,
y el cabecilla insurrecto
al militar se acercó.
Has nombrado á Burriana,
rebpóndeme, y con cariño,
y le contestó el soldado
es donde yo he nacido.
Y en donde me ha criado
mi madre con gran dolor,
muchos trabajos ha pasado
para darme educación.
D i , ¿pues qué no tienes padre?
sí, al punto ha respondido
pero no le conocí
á mi padre muy querido.
Según decía mi madre
que mi padre se marchó
y embarazada de tres meses
á mi madre la dejó.
Admirado se quedó
al oir estas palabras,
pues dime, cuál es tu monbre,
tu madre cómo se llama?
Me llamo Bautista Cherta,
muy triste le ha respondido,
mi madre María Hernández,
su alma exhaló un suspiro.
Hijo mío de mi alma,
el insurrecto esclamó,
qué santo te ha valido
y te ha dado su protección?
Con alegría y contento
él de su pecho sacó
el escapulario del Carmen
y á su padre lo enseñó.
Hijo y padre se abrazaron
llorando con gran dolor,
y á la Virgen le rezaban
los dos con grande fervor.
Te quedarás en mis filas
y el hijo le respondió:
yo no deshonro mi patria
ni el ejercito español.
Si me quieres fusilar,
á su padre le decía,
yo no la quiero faltar
á mi patria muy querida.
La libertad te daré
hijo mío y te irás;
tal vez una bala tuya
con mi vida acabará.
Le entregó dos mil reales
á su muy querido hijo,
mándaselos á tu madre
y le dices que me has visto.
Adiós, esposa querida,
adiós para siempre, adiós,
no paedo volver á mi patria,
quedaos todos con Dios.
A todos dió libertad,
muy alegres se marcharon
y al llegar al regimiento
el milagro les contaron.
E l escapulario del Carmen
á todos les enseñó,
esta fué mi salvadora
que me dió su protección.
Virgen sagrada del Carmen
ampárales, madre mía,
á todos los militares
que tu protección te pidan.
Virgen Santa del Carmelo
ya que por todos rogáis,
á los difuntos de Cuba
sus almas les abrazáis.
Haced que pronto se acabe
esta guerra ensangrentada,
suplicadle á vuestro hijo.
Virgen del Carmen sagrada.
A los que están prisioneros
del cautiverio saquéisi
á los heridos y enfermos
á todos salud les deis.
Cubridnos con vuestro manto.
Virgen del Carmen sagrada,
haced que vuestros devotos
alcancen la gloria santa
*Amén.
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